De todos es sabido que la profesión docente destaca por el alto grado
de estrés que sufren los trabajadores del sector. A pocos días del
inicio de las vacaciones escolares, llega el período de desconexión del
mundo laboral y las rutinas del día a día, para todos los profesionales.
Es, por ese motivo, que creemos necesario dar unos consejos para poder
desestresarse en vacaciones.
El estrés docente es más que estrés.
Constituye una manifestación de desequilibrio entre las demandas que
recibe el docente y su capacidad y recursos para responderlas
adecuadamente, constituye un avisador que estimula al cambio e informa
de su necesidad en la intervención sobre ese desequilibrio de forma que
la resolución del mismo conlleve un desarrollo en el individuo y no un
estancamiento.
Hemos oído mucha y muy importante información acerca de los daños
físicos y mentales que nos causa el estrés. Sin embargo, para la mayoría
es muy difícil contar con sesiones de masajes y vacaciones mensuales
para relajarnos… La buena noticia es que algunos estudios en psicología
han comprobado que nuestro cerebro no necesita de mucho para cambiar la
frecuencia del estrés “malo” al estrés “bueno”.
El estrés bueno es
aquel que nos mantiene alertas, listos para la acción y atentos para
tomar las decisiones pertinentes. El malo es aquel que nos agobia, nos
cansa y no nos permite pensar ni actuar. Todo comienza ahí, en el
cerebro, así que desestresarlo se ubica entre los requisitos más
importantes para conservar nuestra salud física y psicológica.
Mejorar poco a poco
Entre
las situaciones más estresantes para la mente está el tener
expectativas exageradamente altas sobre nuestros progresos acerca del
bienestar. Me explico: una vez que pensamos en dejar de sentirnos mal,
nuestra imagen inmediata es la de la felicidad absoluta y, no sólo eso,
sino reflejada en una energía desbordante.
Nuestro cerebro estaría
mucho más tranquilo si admitiéramos que el cambio puede ser progresivo y
eligiéramos sentirnos “un poco mejor”. Para ayudarnos, podemos disponer
de actividades de bienestar, que nos hagan sentir bien aunque sea por
poco tiempo.
Pensar en el presente
Según los
especialistas, una de las condiciones más importantes para desestresar
el cerebro es enfocarse en el momento actual. Pocas cosas causan más
angustia que saltar constantemente sobre nuestra “línea de tiempo”.
Incluso pensar en situaciones felices que vivimos en el pasado o
imaginar el bienestar futuro son elementos que tensan la mente y no nos
dejan disfrutar ni percibir el presente.
Concentrar nuestra energía
en las situaciones que tenemos entre manos es la mejor manera de ahorrar
problemas en el futuro y, también, mantener la tranquilidad mental.
Acabar con el estrés
Naturalmente
estas ideas están para que tú las uses. Utiliza aquellas que más te
gusten o que mejor se adapten a ti y a tus circunstancias.
Todas son ideales para acabar con el estrés que has generado durante el año.
Quédate con la importancia de aprender a vivir el momento.
Respira
profundamente y otorga al descanso un papel importante en tu vida.
Descansa del trabajo, de los otros, del futuro e, incluso, descansa de
ti mismo.
¡¡FELICES VACACIONES!!
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NOVEDADES
martes, 15 de julio de 2014
CÓMO DESCONECTAR EN VACACIONES
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